Me apetece, en este día nefasto para los aficionados Reds, hacer una serie de reflexiones sobre este día de pesadilla, que comenzaba con el ilusionante comunicado del club diciendo que Coutinho era intransferible, que siguió con Coutinho pidiendo el transfer request y que termina con rumores de que Coutinho no quiere volver a jugar con los Reds.

1) Las perspectivas de los hinchas antes del día de hoy era fortalecer el equipo incorporando un central y un centrocampista (por Sakho y Levia). Si muchos hinchas ya se mostraban contrariados por la dificultad en fichar a Keita y VVD, el actual anuncio de Cou convierte este transfer window en el peor que recuerdo.

2) Un jugador nunca debería ser obligado a jugar en un equipo. Convencido, sí. Pero obligado, jamás. El hecho de que a Coutinho no se le haya sabido convencer es otro punto negativo que debe de apuntarse el club. Pero siendo grave no haberle convencido para quedarse, como parecía que así había sido, el hecho de que este anuncio haya sido el mismo día que arranca la Premier solo puede ser achacado a Cou, único responsable de dejar al equipo con un agujero en el sistema.

3) El entorno de Coutinho: los rumores que se están desatando ahora mismo, para aumentar la presión: “Cou no tiene buena relación con Klopp”… “Cou se sentía ninguneado”… son también responsabilidad del brasileño. Hay que saber irse de los sitios. Ya no hablo ni siquiera de mantener la palabra dada, son futbolistas y, al parecer, las leyes de la ética no funcionan para ellos. Sólo hablo de irse con el cariño de la gente que te ha estado cantando canciones incluso en los momentos que has desaparecido de los partidos, que por cierto, han sido bastantes.

4) “El Liverpool no es un club vendedor”. ¿Es cierta esta frase? En principio, todos los clubes compran y venden. Lo que les distingue es que compran estrellas y venden descartes. El LFC, desde que entró en esta mala racha de ausencia de Ligas, ha vendido a sus estrellas: McManaman, Owen, Suárez, Torres. Incluso Gerrard estuvo a punto de irse. Así pues, tenemos un gran problema. Hasta que no consigamos que las estrellas quieran venir al LFC antes que a otro equipo, irán a Madrid y Barcelona (y, por lo visto ahora, a París).

5) ¿En qué situación deja esto a Klopp? Sus palabras de que el jugador quería seguir, de que no venderíamos, deja al alemán en una difícil situación. Alguien ha mentido. Alguien del club, el jugador, el agente… Y, sin embargo, el que queda tocado es el alemán. Espero que el próximo verano no tengamos que lamentar algo que ya es evidente: las oficinas de Anfield son un caos.

6) Conclusión: toca decidir qué hacer. Yo lo tengo claro. El jugador debe de ser vendido por la mayor cantidad posible de dinero. Y alguna cabeza debe de rodar en el staff directivo. Pero tú, ¿qué piensas? ¿Vendemos al jugador? ¿O le mantenemos por orgullo?

P.D: como ha dicho Pastor en twitter (@paxtor64) “nadie es imprescindible, excepto los aficionados”. Hoy aficionados con la moral baja, añadiría yo.