Allá por 1977, fui a San Mamés a ver una eliminatoria de UEFA, Athletic vs FC Barcelona, pero os confieso, así en bajinis… que un poquito fui a ver a Johan Cruyff.
Admiraba y admiro a Johan, era un jugador fabuloso, elegante, siempre con la cabeza alta, un chulo nato, un “sobrao” insoportable, pero además de esos “sobraos” indiscutibles a los que les puedes espetar tu rabia, tu manía, tu…, pero es que ¡es tan bueno! Lo recuerdo como si fuera ahora, como si lo tuviera delante aquella noche, en las faltas cogía aquel balón blanco y se lo colocaba en jarras bajo su brazo. Era suyo y punto.
Por eso me viene a la memoria la vieja anécdota de un Barcelona – Alavés de Copa entre Cruyff y un jovencito Jorge Valdano.
Esto pasó en 1978, Cruyff, del que por cierto aún no sabemos cómo se pronuncia su nombre en realidad; Cruiff, Croiftt, Craiff, Crajt… mandaba sobre el césped esa noche y, como siempre, a su antojo hasta que, en un momento dado, Valdano, harto del monopolio balompédico del holandés, se acercó a Johan y le dijo:
–Mirá, ¿por qué no te llevás a tu casa esa pelota y nos das otra a nosotros para que podamos seguir jugando? –el Flaco (Cruyff), acomodó el brazo en su hombro y le dijo:
–¿Cómo te llamas, chico?
–Jorge Valdano –respondió el entonces jugador del Alavés.
–¿Y cuántos años tienes? –preguntó Johan.
–Veinte –respondió Valdano, que en realidad tenía 22. Johan lo miró y le soltó:
–¿Y tú no sabes que, a Johan Cruyff, con veinte años, se le trata de usted?
Ese era Johan Cruyff.
Si alguna vez he sido algo del Ajax, es por su preciosa camiseta (sin publicidad, como todas), por su número catorce y porque allí jugó uno de mis ídolos de juventud.
El fútbol es maravilloso.
P.D. Por cierto, y como augurio para esta noche, el Athletic eliminó al Barça esa Copa de UEFA, ese día, en Bilbao, ganamos 2-1 y luego empatamos en el Nou Camp.
Respeto todo, pero a ganarles siempre.