Los que nunca se olvidan de una persona o de un equipo siempre vuelven, de forma inesperada a veces, pero con todo su cariño. Pues aquí estoy una vez más de vuelta de mi rutina diaria hecha de pañales, de muchos papeles de oficina y en definitiva de lo que es ser padre en plena pandemia.

No venimos de un momento bueno, 5 partidos sin ganar y 4 sin marcar, así que toca apoyar ahora más de siempre, toca volver con las previas que traen buena suerte. Porque si, tengo el valor de decir algo que puede parecer utopía pero… Si escribo una previa rara vez se pierde el partido y el de mañana es de los que merece la pena echar a escribir 4 líneas y algo que me he anotado sobre los rivales de siempre. Nosotros contra ellos, el equipo con más títulos vs el equipo con más títulos ligueros.

El periplo que ha llevado el Manchester al actual liderato ha sido largo y ha pasado por muchos años de pena, que, casualidades de la vida, también son espejismo de la nefasta gestión de los Glazers. Muchos entrenadores han pasado por el banquillo intentando ser los herederos de Sir Alex Ferguson, no siendo una tarea nada sencilla. De todos estos pretendientes al trono me quedo sin lugar a dudas con Louis Van Gaal.

El holandés es un gurú del fútbol moderno, un entrenador que sabe de todo sobre el marcaje a zona. Es como Bielsa pero en salsa holandesa, respira football, ve football, come football. Si tiene dolor de cabeza no se toma Ibuprofeno, mete dos centrales jugando en banda, si tiene un bache en su relaciones interpersonales no val al psicólogo, mete Fellaini de medio centro. Todas actuaciones que servían a confundir el manager contrincante que nunca podía prever con que disposición iba a jugar el gaffer holandés: que si 6 centrales, que si 4 medio centros, que si 2 porteros o 7 extremos. Tantos cambios desconcertaban a los equipos contrarios pero también al público, como aquel día contra el QPR. Minuto 5 del partido el Manchester United empieza con un 4-3-3, a la media hora había ya pasado por el 4-2-3-1 y el 3-5-2. A pesar de estos intentos de despistar los londineses el Manchester United estaba 0-0 en el marcador y en los tiros hacia portería rival. El descanso no iba a parar la creatividad de nuestro novello Van Gogh (que hacía si no pintar en su cuadernillo?), Van Gaal tiene la solución: pasar al 5-3-2. Al holandés le pareció un destello de genio pero no a los aficionados que desesperados por tantos cambios e improvisación empezaron a cantar : “Four Four Two, Four Four Two” a modo de “estamos hartos de inventos vamos a simplificar las cosas” que si os parais bien a pensarlo es la filosofía de vida de Roy Hodgson y Sean Dyche.

En cuanto a los Reds como dicho en el prólogo, no pasan por su mejor momento, la sequía goleadora es algo preocupante aunque fruto de un bloqueo mental, en cuanto salte el tapón vamos a volver a ser una máquina de goles. En vez de dedicarme a lo táctico, a la estadística o a las previsiones del XI, hoy quiero cerrar filas. Por supuesto el momento es duro y hay cosas que no se están haciendo bien, pero jamás le tiraré piedras a los jugadores de mi equipo, Once Red Always Red. Hemos sido acostumbrados muy mal en estas últimas 3 temporadas, en los últimos 20 años hemos comido más pan duro que croissants, le hemos dado más al pico y pala que a encontrar diamantes. Yo disfruto del momento, me gustaría disfrutar de la gente en Anfield, esto es lo que más me da pena de la situación actual y no los resultados de un equipo que ya es leyenda viva del club.

Por otro lado este es un partido que si ganamos nos puede cambiar la temporada. El otro equipo de Manchester nos ha recuperado una distancia mayor y esta temporada pandemica tiene resultados muy sopresivos. Así que mi consejo: disfrutemos del equipo que tenemos, no va a ser para siempre esto de estar en la élite del fútbol británico y europeo.

YNWA

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